Cultura … conducta … cerebro, ¿o viceversa?.

Conducta cultura cuerpo
La conducta de leer cambia el cerebro

Esta es una de las ecuaciones más relevantes para el funcionamiento de la persona. La programación verbal que él o ella contiene, sus creencias, ¿en que dirección van???. Según  el sujeto perciba y combine estas tres materias que lo configuran, su cultura, su conducta y su cuerpo, tendrá diferentes formas de enfrentarse a la realidad.

Ramón y Cajal mantenía que «es la actividad (conducta) de la propia persona (como un todo) la que posibilita que pueda ser escultora de su propio cuerpo (cerebro)» . Frase que ya contiene el hecho en sí de que es el sujeto, como un organismo funcional, el que da forma, cincela o esculpe el cerebro, a través de hábitos, costumbres y prácticas culturales.

Para algunas personas «el cerebro es más maleable que dominador». Creen en la lectura y la escritura como magníficos ejemplos de “trinquetes evolutivos”, que impiden la vuelta atrás, pero no porque estén incrustados en el cerebro, sino por estar institucionalizados en la sociedad, a través de las bibliotecas, por ejemplo, formando ya parte del ambiente en el que se desarrolla la vida de la gente.

En este proyecto distinguimos y operamos sobre tres géneros de materialidad que construyen al ser humano: la realidad física, la realidad psicológica y realidad objetiva abstracta o cultural. Así el cerebro, la conducta y la cultura, resultan tres realidades irreductibles entre sí y a la vez mutuamente integradas.

Por lo tanto, el sujeto que cree que es la conducta la que le lleva a la cultura, que a su vez influirá en su cerebro, será una persona distinta a aquella que cree que es el «hombrecillo del cerebro» el motor de los comportamientos y la cultura.

Félix Parajón.